El presidente de la SGI dio la siguiente orientación el 27 de febrero de 1990 durante la Primera Reunión de la División Femenina en los predios de la ex Universidad Soka de Los Ángeles en Calabasas, California. El 27 de febrero es justamente el cumpleaños de la Sra. Kaneko Ikeda. Read the English version here.
Les agradezco sinceramente a todas ustedes por reunirse aquí desde distantes lugares de todos los Estados Unidos. Mi único deseo para los miembros de la division femenina es que se conviertan en las personas más felices del mundo.
¿Cuál es el objetivo de la vida? Es la felicidad. Pero hay dos clases de felicidad: la relativa y absoluta. La felicidad relativa viene en una amplia variedad de formas. El objetivo del budismo es alcanzar la felicidad.En términos modernos, esto se podría explicar como la realización de la felicidad absoluta —un estado de Felicidad que nunca puede ser destruido o derrotado.
Nichiren Daishonin dice en el Gosho: «No hay mayor felicidad para los seres humanos que invocar Nam-myoho-renge-kyo» (END, pág. 715). En tanto mantengan una fe firme, al invocar daimoku al Gohonzon resueltamente sin importar lo que suceda, entonces, infaliblemente, podrán llevar una vida de completa realización. Esto concuerda con el principio «los deseos mundanos son la iluminación».
La verdadera felicidad radica sólo en el establecimiento de ese supremo estado de vida. Al hacerlo, ustedes pueden cambiar todos los sufrimientos en causas para la alegría y la satisfacción, y vivir con serenidad y júbilo.
Nuestra organización para el kosen-rufu existe con el objetivo de que cada miembro pueda alcanzar la felicidad absoluta. Aclaremos perfectamente que el objetivo de esta organización es la Felicidad de cada uno de ustedes.
La sociedad y la vida diaria son la «gran tierra» para la fe y la práctica de la Verdadera Ley. El firme desarrollo del kosen-rufu puede ser asegurado solo cuando, basados en la fe, atendemos cuidadosamente los asuntos de la sociedad, nuestra vida diaria y nuestra familia. «La fe se manifiesta en la vida diaria» —esta es nuestra guía eterna.
Yo quiero aprovechar esta oportunidad para presentarles algunos tesoros de la colección de la Universidad Soka. Esto es a manera de conmemoración por la sesión de capacitación del día de hoy de la división femenina y para mostrarles a todas ustedes mi agradecimiento por su participación.Después, por favor, tómense unos momentos para observarlos.
Estos incluyen cartas de George Washington y otros presidentes estadounidenses, que se muestran con sus retratos; una colección de cartas que escribió Napoleón Bonaparte poco antes de su muerte, y una carta en la que apela por la libertad religiosa en Italia; una primera edición autografiada de la antología de poemas de Víctor Hugo Les Chatiments (1853), junto con algunas cartas del mismo autor; una carta del historia dor británico Arnold J. Toynbee al ex secretario de estado de los Estados Unidos John Fuster Dulles, donde aboga por la paz de Pakistán; una carta en la que el compositor alemán Richard Wagner discute la representación de su obra Tannhauser (1845); un documento estatal firmado por John Hancock, líder revolucionario americano; y una carta escrita por Bartolomeo Vanzetti (1888-1927), fechada inmediatamente antes de su ejecución bajo cargos inventados, que contiene un alegato nuevo por un juicio. De ser ejecutado, escribió él, la corte será culpable de asesinato. Podemos escuchar el clamor de su alma por la liberación.
Estos artículos representan un valioso legado histórico. Como parte de los esfuerzos de la SGI para promover la paz, la cultura y la educación, estamos preservando y presentando al público estos artículos. Con el mismo propósito estamos estableciendo la Casa de Víctor Hugo (El Salón Literario de Víctor Hugo) en Francia. Yo estoy convencido de que estas actividades serán de gran significado para el futuro de la humanidad.
El Budismo es el espejo que refleja perfectamente nuestras vidas
Espero que todas ustedes sean cultas y dignas. Las personas inteligentes y afables son hermosas. Ellas inspiran confianza y un sentimiento de tranquilidad en quienes las rodean. Conforme continúen profundizando su fe en el budismo, podrán ampliar su esfera de conocimientos.
Sin sabiduría y sagacidad, los líderes no pueden cumplir con su misión, es decir, convencer a los demás del poder de este budismo y ayudarlos a alcanzar la verdadera felicidad. En este sentido, quiero hablar acera de la actitud correcta en la fe a través de la analogía con los espejos.
Un proverbio japonés sostiene que el espejo es el alma de la mujer. Se dice que, así como los guerreros jamás se apartan de sus espadas, las mujeres jamás se apartan de sus espejos. Pareciera que este dicho tiene algo de verdad, dado que los espejos son apreciados por las mujeres del mundo entero.
En el budismo, el espejo es utilizado para explicar diversas doctrinas. En un lugar, Nichiren Daishonin dice: «Existen profundas enseñanzas trasmitidas secretamente respecto a los espejos» (The Record of the Orally Transmitted Teachings, p.51) [El registro de las enseñanzas trasmitidas oralmente). Otro Gosho dice: «Un espejo de bronce puede reflejar el cuerpo pero no el corazón. El espejo del Sutra del Loto refleja no sólo nuestra forma física sino también nuestro estado interior. Además, el sutra refleja, con completa claridad, el karma pasado y el efecto futuro (WND-2, 619).
Los espejos reflejan nuestra forma externa. El espejo del budismo, sin embargo, revela el aspecto intangible de nuestra vida. Los espejos, que funcionan en virtud de las leyes de la luz y la reflexión, son productos de la sabiduría humana. Por otro lado, el Gohonzon, basado en la Ley del universo y la vida misma, es la culminación de la sabiduría del Buda y hace posible que nosotros alcancemos la Budeidad al proporcionarnos un medio para percibir el verdadero aspecto de nuestra vida. Así como el espejo es indispensable para arreglar el rostro y los cabellos, es necesario que tengan un espejo que revele las profundidades de su vida si desean tener una existencia más feliz y más hermosa.
A propósito, como lo indica el Daishonin en su referencia a un espejo de bronce en el pasaje del Gosho anterior, los espejos en tiempos antiguos eran hechos de aleaciones de metal pulido como bronce, níquel y acero.
Los espejos metálicos más antiguos que se hayan desenterrado fueron encontrados en países como China y Egipto. Todavía más antiguos, existen espejos hechos de superficies de piedra pulida y también aquellas que utilizaban agua. Baste decir que la historia de los espejos es tan vieja como la raza humana. Tal vez sea un instinto humano innato el querer ver el propio rostro.
Estos antiguos espejos, a diferencia de los espejos actuales que son hechos de vidrio, sólo podían producir reflejos algo confusos de las imagenes. Consecuentemente la primera mirada en un espejo de vidrio causó una gran sensación.
La primera vez que los japoneses encontraron un espejo de vidrio fue en 1551.
Se cree que Francisco Javier lo había llevado consigo cuando fue al Japón para hacer trabajos misioneros.
Sin embargo, no fue hasta el siglo XVIII —a mediados del período Edo— que el promedio de los japoneses llegaron a conocer esta clase de espejo. Quizá porque cumplía demasiado bien su función de hacer que la gente no estuviera mirándose en el espejo todo el día, el espejo de vidrio llegó a ser conocido como el «espejo de la vanidad» entre la gente de la época. Muchas impresiones de esa era retratan a bellas japonesas mirándose en el espejo. Sin embargo, no fue hasta la última mitad del siglo XIX, durante la era Meiji, que los espejos de vidrio llegaron a ser ampliamente utilizados entre la población general.
Limpien el espejo de sus vidas
Los espejos de bronce no sólo no reflejaban bien, sino que también se empañaban muy rápidamente. Por consiguiente, a menos que se pulieran regularmente, se hacían inutilizables. Esta clase de espejo fue popular en la era de Kamakura durante la cual vivió el Daishonin.
En el Gosho “El logro de la Budeidad en esta existencia”, Nichiren Daishonin escribe: «Incluso un espejo percudido, que, una vez lustrado, refulge como una joya. Una mente nublada por las ilusiones provenientes de la oscuridad fundamental de la vida es como un espejo percudido, una vez lustrado, sin falta se convierte en un espejo impecable, que refleja la naturaleza de los fenómenos y el verdadero aspecto de la realidad» (END, pág. 4). En este pasaje muy conocido, el Daishonin traza paralelos entre la tradición de pulir espejos y el proceso de la obtención de la Budeidad.
Originalmente, la vida de todas las personas es un espejo esplendorosamente brillante. Las diferencias surgen dependiendo de si se limpia este espejo o no: Un espejo limpio es la vida de un buda mientras que un espejo percudido es la de un mortal común. La invocación de Nammyoho- renge-kyo es lo que limpia nuestra vida. No sólo emprendemos esta práctica por nosotros mismos, sino que también nos dedicamos a enseñar a otros acerca de la Ley Mística para que el espejo de sus vidas también brille esplendorosamente. Así, se puede decir que somos maestros del arte de limpiar el espejo de nuestra vida.
La tragedia de Dorian Gray
El escritor británico Oscar Wilde (1856-1900) escribió una novela titulada El Retrato de Dorian Gray. Para ofrecer una breve explicación, el protagonista de la novela es un joven llamado Dorian Gray que era tan hermoso que lo consideraban como el «joven Adonis».
Un artista que deseaba preservar su belleza para la eternidad pintó el retrato de Dorian, ocurrió algo increíble cuando Dorian fue tentado por un amigo a una vida de hedonismo e inmoralidad. Su belleza no se desvaneció. Aunque avanzaba en años, se mantenía tan juvenil y radian te como siempre. De repente, el retrato comenzó a afearse y a perder su brillo y a reflejar la verdadera condición de vida de Dorian.
Dorian condujo a una joven al suicidio, al burlarse de sus sentimientos. En ese momento, el retrato mostró una expresión malvada, salvaje y atemori zante. Dorian se llenó de horror. Este retrato de su alma o estado interior permanecería por eones en esta forma tan fea. Incluso si muriera el retrato continuaría mostrando elocuentemente la verdad.
Dorian decidió destruir el retrato, creía que al destruirlo podría apartarse de su pasado y liberarse. Entonces atravesó un cuchillo en la pintura. En ese momento, los vecinos al escuchar sus alaridos se apresuran, en vez de encontrar el retrato de un Dorian joven y hermoso, en cambio, encuentran desplomado ante él, un Dorian anciano y repulsivo, con un cuchillo atravesando su pecho.
El retrato en otras palabras, había expresado la semblanza de su existencia, su estado interior, en el que los efectos de sus acciones quedaron grabados, sin la más íntima omisión.
Aunque se pueden aplicar cosméticos al rostro, no se puede barnizar el rostro de nuestro estado interior. La ley de causa y efecto que funciona en las profundidades de la vida es estricta e imparcial.
El budismo enseña que las virtudes invisibles dan lugar a recompensas visibles. En el mundo del budismo, nunca se deja de recibir un efecto por las acciones —sea bueno o malo; en consecuencia, no tiene significado tener dos caras o tratar de darse ínfulas.
El «rostro de nuestro estado interior» que es esculpido por las causas buenas y malas que se hacen, se refleja hasta cierto punto en la apariencia. También hay un dicho: «El rostro es el espejo del alma». Sin embargo, es en el momento de la muerte que se manifiestan más claramente las causas pasadas en la apariencia.
Tal como Dorian reveló al final su propia perversidad interior, «el rostro de la vida» se expresa plenamente en el momento de la muerte.
Percibir la naturaleza de Buda inherente en la vida
Así como miran un espejo cuando se maquillan el rostro, para embellecer «el rostro inteior» necesitan un espejo que refleje las profundidades de su vida. Este espejo no es otro que el Gohonzon para «observar su propia mente», o más precisamente, observar la vida. Nichiren Daishonin explica qué significa observar la vida en el Gosho “El objeto de devoción para observar la vida”: «Sólo cuando nos examinamos en un espejo limpio podemos ver, por primera vez, que estamos dotados de los seis órganos sensoriales en su totalidad» (END, pág. 375).
De manera similar, observar la vida significa percibir que la vida contiene los Diez Mundos, y en particular, el mundo de la Budeidad. Fue para posibilitar a las personas a hacerlo que Nichiren concedió el Gohonzon de «observar la vida» a toda la humanidad. En su exégesis [interpretación] sobre “El objeto de veneración para observar la vida”, Nichikan Shonin, el 26º sumo sacerdote de la Escuela Fuji, dice: «El objeto de devoción para observar la vida puede ser comparado con un espejo maravilloso».
Nichiren Daishonin dice en el Registro de las enseñanzas trasmitidas oralmente: «Los cinco caracteres de Myoho-rengekyo reflejan todas las cosas sin una sola excepción (pág. 51). El Gohonzon es el más transparente de todos los espejos que refleja el universo entero tal como es. Cuando invocan daimoku al Gohonzon, pueden percibir la verdadera entidad de su vida y hacer brotar la inagotable fuerza vital de la Budeidad.
A propósito los espejos de vidrio que tenemos hoy, se dice que fueron inventados en Venecia, Italia. Las fuentes difieren respecto a exactamente cuándo ocurrió, pero su aparición se remonta hasta 1279.
En la época de la invención del espejo, se dice que la técnica de producción se había mantenido guardada en el más oculto secreto en Italia. Para impedir que se propagara el conocimiento de la técnica, los artesanos de vidrio fueron confinados en una isla. Sin embargo, poco después Francia y otros países aprendieron a producir espejos, y en la actualidad los espejos hechos de vidrio han reemplazado completamente a los espejos anteriores. Estos eventos pueden ser interpretados como el «kosen-rufu del espejo de vidrio».
De la misma manera, por mucho tiempo el espejo del Gohonzon, la fuente de la belleza y felicidad profundas, fue conocido por muy pocas personas. Ahora nosotros estamos promoviendo el movimiento para propagarlo ampliamente.
El Gohonzon es un espejo transparente. Revela perfectamente nuestro estado de fe y lo proyecta al universo. Esto demuestra el principio de los «tres mil momentos en un solo instante de vida».
La mente de fe es lo más importante
En una carta a su Discípulo Abutsu-bo en la Isla de Sado, Nichiren Daishonin escribió: «Usted puede pensar que ha entregado obsequios a la Torre de Muchos Tesoros El Que Así Llega, pero no es así: en realidad, ha hecho estas ofrendas a su propia vida» (END, págs. 317-318). La fe que venera y atesora al Gohonzon glorificará la torre de los tesoros de su propia vida.
Cuando las personan oran al Gohonzon, todos los budas y bodhisattvas del universo entero responden inmediatamente a las oraciones y brindan su protección. Si se calumnia al Gohonzon, la respuesta será exactamente lo opuesto.
Por esta razón, la mente de fe es extremadamente importante. La mente de fe tiene una influencia sutil y de gran alcance.
Puede haber ocasiones, por ejemplo, en que se sientan renuentes a hacer el gongyo o a tomar parte en las actividades por el kosen-rufu. Ese estado mental se refleja, tal como es, en el universo entero, como en la superficie de un espejo transparente. Entonces, las deidades celestiales también se sentirán renuentes a desempeñar su función y, naturalmente, dejarán de esforzarse al máximo en su poder de protección.
Por otro lado, cuando recitan alegremente el sutra, invocan Nam-myohorenge- kyo y realizan actividades con la determinación de acumular más buena fortuna en sus vidas, las deidades celestiales se deleitarán y cumplirán valientemente su deber. Si deben actuar, es para su ventaja hacerlo espontáneamente y con un sentimiento de alegría. Si se practica renuentemente con un sentimiento de que es una pérdida de tiempo, con escepticismo y queja, se erosionará la buena fortuna. Si se continúa practicando de esta manera, no se experimentarán beneficios notables, y esto sólo servirá para convencerlas más de que esta práctica es en vano. Este es un círculo vicioso.
Si se practica la fe dudando de su efecto, los resultados serán, cuando mucho, insatisfactorios. Este es el reflejo de la débil fe propia en el espejo del cosmos. Por otra parte, cuando se levantan con una firme convicción, los beneficios crecerán ilimitadamente.
Mientras controlan su mente, que es al mismo tiempo extremadamente sutil y solemnemente profunda, deben luchar para elevar su fe con frescura y vigor. Cuando lo hacen, tanto sus vidas como sus entornos se abrirán ampliamente ante ustedes, y toda acción que emprendan se convertirá en una fuente de beneficio. La comprensión de las sutiles funciones de la mente es la clave para la fe y la obtención de la Budeidad en esta existencia.
Hay un proverbio ruso que dice: «Es inútil culpar al espejo si su rostro está torcido ». De la misma manera, la felicidad o infelicidad es completamente el reflejo del balance de causas buenas y malas acumuladas en la vida. Nadie puede culpar a otros por su infortunio. En el mundo de la fe, es necesario comprender esto mucho más claramente.
El espejo del budismo refleja a las personas tal como son
Una comedia japonesa clásica narra la siguiente historia: «Hubo una vez una villa campesina donde no existía un espejo. En esos días los espejos eran cosas inapreciables. Un hombre, al retornar de su viaje a la capital, entregó como recuerdo a su esposa un espejo. Al verse la esposa reflejada en el espejo exclamó: “¿Quién diablos es esa mujer? Debes haber regresado de la capital con esa muchacha”. Y así comenzó una gran disputa».
Aunque esta historia es ficticia, es una realidad que muchas personas se enojan o lamentan por fenómenos que no son más que el reflejo real de su propia vida —su estado mental y las causas que han creado. Como la esposa de la historia que exclama: «¿Quién diablos es esa mujer?» no comprenden lo estúpido de su comportamiento. Debido a que ignoran sobre el «espejo de la vida» del budismo, esas personas son incapaces de verse como son realmente. Siendo este el caso, no pueden guiar a otros a lo largo del correcto camino de la vida, ni pueden discernir la verdadera naturaleza de los sucesos en la sociedad.
Nosotros somos una asamblea de hijos del Buda. En consecuencia, si nos retamos mutuamente, nuestra buena fortuna se multiplicará infinitivamente, como una imagen que se refleja una y otra vez entre los espejos.
La llave es el mutuo respeto
Las relaciones humanas también funcionan como una especie de espejo. Nichiren Daishonin dice en El Registro de las enseñanzas trasmitidas oralmente: «Cuando el bodhisattva Jamás Despreciar se inclinaba en reverencia a las cuatro cate gorías de personas, la naturaleza de vida inherente en las vidas de estas personas le retornaban la reverencia a él. Esto es lo mismo que, cuando uno se inclina frente a un espejo, la imagen reflejada devuelve la inclinación (pág. 165).
Aquí el Daishonin revela el espíritu fundamental que debemos tener al propagar la Ley Mística. La propagación es un acto que conducimos con el máximo respeto por la que otra persona y en sincera reverencia por la naturaleza de Buda inherente en su vida. Por consiguiente, debemos observar estrictamente la cortesía y el buen sentido común.
Con el pensamiento de que estamos dirigiéndonos a la naturaleza de buda de esa persona, debemos entablar un diálogo cortés y serenamente —a veces, depende de la situación, podemos corregir misericordiosamente a esa persona con una rectitud paternal. En el curso de esa interacción humana, la naturaleza de Buda de esa persona, al reflejar nuestra sinceridad, se inclinará ante nosotros en retorno.
En el reino interior de la vida, la causa y el efecto ocurren simultáneamente. Con el paso del tiempo, esta relación causal se hace manifiesta en el mundo fenoménico de la vida diaria.
En general, las personas que nos rodean reflejan nuestro estado de vida. Nuestras preferencias personales, por ejemplo, se reflejan en sus actitudes. Esto queda especialmente claro desde el punto de vista del budismo que elucida las funciones de causa y efecto como en un espejo inmaculado.
Hasta el punto en que elogien, respeten protejan y cuiden a los miembros de la SGI-USA, que son todos hijos del Buda, serán a su vez protegidas por los budas y bodhisattvas de las diez direcciones y todas las deidades celestiales. Por otro lado, si son arrogantes o condescendientes hacia los miembros, serán reprendidos con los budas y los demás en la misma medida. Los líderes, en particular, deben tener claro este punto y grabarlo profundamente en corazón.
Nosotros somos una asamblea de hijos del Buda. En consecuencia, si nos retamos mutuamente, nuestra buena fortuna se multiplicará infinitivamente, como una imagen que se refleja una y otra vez entre los espejos. Una persona que practica sola no puede experimentar esta multiplicación tremenda de beneficios.
En pocas palabras, el entorno en el que se encuentren, sea favorable o no, es el producto de sus propias vidas. La mayoría de las personas, sin embargo, no pueden entender esto y tienden a culpar a otros por sus problemas.
El Gosho dice: «Estas personas, incapaces de reconocer su propia insolencia, parecen creer que soy descortés. Son como la mujer celosa e iracunda que, inconciente de las miradas hostiles que lanza a una cortesana, la acusa a esta de amedrentarla con miradas temibles (END, pág. 869). Nichiren Daishonin explica la sicología humana de esa manera tan clara y fácil de entender.
Existen personas que, por malicia, nos han criticado y que han buscado oprimirnos a nosotros que somos discípulos del Daishonin. Pero, reflejados en el mundo de la Ley Mística, esas personas ven sólo sus propias faltas, ambiciones y avaricia, y arrojan su propia imagen.
Para una persona que está poseída por la codicia del poder, incluso las acciones más altruistas y benévolas de los demás aparecerán como actos astutos emprendidos para ganar poder. De manera similar, para una persona que tiene un fuerte deseo de fama, las acciones basadas en la convicción y la consideración serán vistas como maniobras publicitarias. Quienes se han convertido en esclavos del dinero no pueden creer que existan personas en el mundo para quienes resulta extraño el deseo de riqueza.
En contraste, una persona usualmente amable y afable tenderá a creer que todos los demás son iguales. En mayor o menor grado, todas las personas tienden a ver su propio reflejo en los demás.
En la SGI-USA, hay muchas personas llenas de buena voluntad y buenas intenciones. En un sentido, algunas pueden incluso ser demasiado afables y confiables, hasta el punto en que temo puedan ser engañadas por personas perversas.
Digan los que tengan que decir
En Papá Góriot, el escritor francés Balzac escribe: «Cualquiera que sea la maldad de la que escuche de la sociedad, créala…».
Así lleno de maldad estaba el mundo que él percibía. Él añade: «Y entonces encontrará lo que es el mundo, una asamblea de incautos y bribones. No sea de ninguno de los dos».
Debemos ganar la victoria decisiva sobre las ásperas realidades de la sociedad y llevar una vida correcta y vibrante. Este es el objetivo de nuestra fe. Debemos hacernos sabios y fuertes.
Así mismo, en la organización para el kosen-rufu, tenemos que decir claramente lo que tengamos que decir. El propósito del budismo es no producir incautos que siguen ciegamente a su líder. Es producir personas de sabiduría que pueden juzgar por sí mismas lo correcto o errado en el claro espejo del budismo.
Espero que ustedes, las integrantes de la división femenina, aprendan la manera correcta de practicar el budismo; de esa forma, en el caso de que un líder o un hombre haga algo que está en contra de la razón, sean capaces de señalar claramente el error e identificar el camino correcto o la norma correcta a seguir. Nichiren Daishonin compara a los hombres con una flecha y a las mujeres con el arco.
Quiero decirles a ustedes que cuando las integrantes de la división femenina se dediquen a las actividades y proporcionen una guía segura y firme para los hombres, eso marcará la alborada de la «nueva SGIUSA ».
Para conmemorar la sesión de capacitación de hoy, quiero dedicar el siguiente poema a la división femenina de la SGI-USA:
Que las flores de la Ley
Florezcan con belleza y pureza
En toda esta tierra de América.
Quiero terminar mis palabras, al ofrecer mis sinceras oraciones por la felicidad de ustedes y de sus familias, y por el mayor desarrollo SGI-USA (My Dear Friends in América, págs. 92-103).
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