«El sol sale para todos». Recuerdo que hace treinta años, durante mi viaje a la Argentina en 1993, cité este refrán a los miembros de dicho país.
Al igual que el mensaje acuñado por la sabiduría popular, el budismo del sol de Nichiren Daishonin también existe para todos. Es una gran filosofía que expone la iluminación universal para toda la humanidad. Es un sol de esperanza que ilumina a toda la gente en cada lugar, prodigando su brillo y calidez de manera imparcial. Es la luz de una religión para la felicidad del pueblo, que alumbra infinitamente el potencial humano y hace surgir el sol del valor y del amor compasivo en el corazón de cada individuo.
A comienzos de 1993, en medio del triunfo rutilante de nuestro Renacimiento Soka (el 29 de noviembre de 1991, la Soka Gakkai recibió una carta de excomunión,–fechada el día anterior, 28 de noviembre– firmada por el clero de la Nichiren Shoshu. Un día después, el 30 de noviembre, en una reunión de líderes de la Soka Gakkai, Ikeda Sensei se refirió al 28 de noviembre como el día de la independencia espiritual de la Soka Gakkai, que marcaba el inicio de una nueva era de desarrollo sin precedentes en bien del kosen-rufu. El lema de nuestro movimiento en 1992 fue «Año del Renacimiento Soka»; y, en 1993, «Año de la victoria del Renacimiento Soka».), inicié un viaje de dos meses a seis países de América del Norte y del Sur, que me permitió crear imborrables recuerdos de oro.
En esa travesía, visité nuevamente los Estados Unidos y el Brasil, y estuve por primera vez en Colombia, Argentina, Paraguay y Chile. En este último país, la quincuagésima nación que recorría en mi gesta por la paz, llegamos a destino sobrevolando la cordillera de los Andes. Había iniciado esos viajes por el kosen-rufu, por la paz mundial, el mismo año en que asumí la presidencia de la Soka Gakkai (en 1960).
El «secreto» para promover la felicidad de todas las personas
Me dirigí a los compañeros de Chile y les transmití estas palabras del Daishonin: «No hay felicidad más verdadera para los seres humanos que entonar Nam-myoho-renge-kyo» (“La felicidad en este mundo”, en Los escritos de Nichiren Daishonin [END], pág. 715). También, unos días después, en una reunión general de la SGI del Brasil, las reiteré con el deseo de recalcar que la Ley Mística era el «secreto» para impartir felicidad a todas las personas.
El Sutra del loto contiene la frase: «[B]ajo los cuales, plácidos, gozan los seres» [Shujo sho yuraku]» (en el capítulo «La duración de la vida» (16.o) del Sutra del loto, el mundo en que vivimos se describe como un lugar donde «plácidos, gozan los seres». Véase El Sutra del loto, cap. 16, pág. 229. Esto indica que el mundo saha, normalmente considerado un ámbito de sufrimiento, en realidad es la Tierra de la Luz Tranquila, una tierra de buda donde todos los seres pueden experimentar un gozo supremo).
[Nota de los Editores del SGI Newsletter: Los caracteres originales en chino «yuraku», aquí traducidos como «plácidos gozan», son los mismos que, en las palabras antes citadas del Daishonin, se tradujeron como «felicidad».]
Todos, sin excepción, poseen la sabiduría interior y el poder necesarios para adquirir un estado de dicha absoluta —proceso que el budismo describe como «lograr la budeidad en esta existencia»— y, de la manera más significativa y maravillosa, construir una existencia feliz aquí y ahora, en este mundo real, donde «plácidos gozan los seres». Este es el gran «secreto» de la vida que el Sutra del loto transmite a todas las personas.
Mi maestro Josei Toda, el segundo presidente de la Soka Gakkai, solía decir que nacemos en este mundo para ser felices y para disfrutar de nuestra existencia. En términos budistas, el propósito fundamental de la vida es manifestar el estado más elevado: la budeidad. Mediante la práctica constante del budismo Nichiren, llegamos a comprender que todos somos budas intrínsecamente y a consolidar un estado vital inamovible e invulnerable a las situaciones externas. Nuestra práctica budista nos permite gozar de la vida al máximo, aquí, en este mundo saha atravesado de penurias y de conflictos.
Los «medios hábiles» son una herramienta útil para acercar a las personas a la verdad
A partir de esta entrega, estudiaremos el capítulo «Medios hábiles» (2.o) del Sutra del loto,[1] parte del cual leemos en nuestra práctica matinal y vespertina del gongyo.
El término original en sánscrito que se tradujo como «medios hábiles», upaya kaushyala, denota un método apto o conducente para acercar a las personas a la verdad [en el sentido con que se lo usa en el Sutra del loto]. Podríamos pensar en ello como una técnica pedagógica o una forma de transmisión elegida por el Buda para guiar a los seres a la iluminación. En esta entrega, nos centraremos en la parte titulada «Punto 1, acerca del capítulo “Medios hábiles”», que desarrolla el primero de los ocho puntos importantes sobre dicho capítulo enunciados en el Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente.
Ahora Nichiren y sus seguidores, que recitan Nam-myoho-renge-kyo, son observadores de los «medios hábiles secretos y maravillosos», enseñanzas que pertenecen al cuerpo de la verdad. Por lo tanto, después del título del sutra, Myoho-renge-kyo, viene el capítulo que se titula «Medios hábiles». (The Record of the Orally Transmitted Teachings [Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente], págs. 21-22)
Las tres clases de medios hábiles
La parte del capítulo «Medios hábiles» que recitamos en el gongyo comienza con laspalabras «Myoho-renge-kyo. Hoben-pon. Dai ni. Niji seson. Ju sanmai. Anjo ni ki. Go shari-hotsu» [«El Sutra del loto. Capítulo 2. “Medios hábiles”. En ese momento, el Honrado por el Mundo salió serenamente de su samadhi (meditación) y se dirigió a Shariputra con estas palabras…»] (El Sutra del loto, cap. 2, pág. 23). Y termina con las tres recitaciones de la parte que enumera los «diez factores de la vida» (en jap.: ju-nyoze).
[Es la que dice: «Sho-i shoho. Nyo ze so. Nyo ze sho. Nyo ze tai. Nyo ze riki. Nyo ze sa. Nyo ze in. Nyo ze en. Nyo ze ka. Nyo ze ho. Nyo ze honmak-kukyo to». («Esta realidad consiste en apariencia, naturaleza, entidad, poder, influencia, causa interna, relación, efecto latente, efecto manifiesto y su coherencia del principio al fin»).] (El Sutra del loto, cap. 2, pág. 24).
La parte sobre los diez factores esclarece el «verdadero aspecto de todos los fenómenos»,[2] lo cual habilita a todas las personas a lograr la budeidad. Es la más importante de la enseñanza teórica del Sutra del loto, que abarca los primeros catorce capítulos. Además de la práctica primaria, que es la recitación de Nam-myoho-renge-kyo, como práctica complementaria recitamos esta parte, acompañada de la sección en verso del capítulo «La duración de la vida» (16.o) [que pertenece a la enseñanza esencial del sutra, desarrollada en los últimos catorce capítulos].
El término «medios hábiles» (en jap.: hoben) aparece dos veces en la parte del capítulo «Medios hábiles» que recitamos en el gongyo: «[H]e empleado un sinfín de medios hábiles para guiar a los seres vivos [Mushu hoben. Indo shujo]» (El Sutra del loto, cap. 2, pág. 23) y «Los Que Así Llegan están en plena posesión de medios hábiles y del paramita de la sabiduría [Nyorai hoben. Chiken haramitsu. Kai i gusoku]». La palabra «medios hábiles» también aparece varias veces más en el resto del capítulo, después de la parte que recitamos.
En el budismo, el concepto de los «medios hábiles» generalmente denota un método provisional de prédica que utiliza el Buda para hacer que la gente alcance incluso un nivel parcial de comprensión. Ya que las enseñanzas anteriores al Sutra del loto se habían expuesto de esa manera, Shakyamuni anuncia en el Sutra del loto: «[D]escartando honestamente los medios hábiles, predicaré solo el Camino insuperable» (El Sutra del loto, cap. 2, pág. 44). El Daishonin también señala que el Buda empleaba «enseñanzas provisionales como medios preparatorios [hábiles]» (“Sobre la práctica de las enseñanzas del Buda, en END, pág. 414).
¿Por qué, entonces, la expresión «medios hábiles» aparece en el título y en diversas partes de este capítulo clave del Sutra del loto? Más aún, ¿por qué en el capítulo se dice que «Los Que Así Llegan están en plena posesión de medios hábiles y del paramita de la sabiduría»? (El Sutra del loto, cap. 2, pág. 23)
En su comentario sobre el capítulo «Medios hábiles», desarrollado en Palabras y frases del «Sutra del loto», el gran maestro T’ien-t’ai[3] empieza examinando el significado de «medios hábiles». Para distinguir entre los de los sutras provisionales y los del Sutra del loto, designa tres clases de medios hábiles: 1) medios hábiles que obran como adaptaciones de la Ley (brindan beneficios a la gente mediante el poder de la Ley); 2) medios hábiles que sirven para facilitar el acceso (denotan las enseñanzas que el Buda predicó como pórtico a la verdad); 3) medios hábiles secretos y maravillosos. En las escrituras anteriores al Sutra del loto, el Buda se vale de los dos primeros para guiar a la iluminación a todos los seres. Ambos son empleados, acorde con las capacidades de la gente.
Los medios hábiles del Sutra del loto expresan directamente el corazón y el pensamiento del Buda
A diferencia de las primeras dos categorías, los «medios hábiles secretos y maravillosos» se refieren a las palabras y a los métodos idóneos que expresan el verdadero propósito del Buda. La sabiduría de los budas resultaba infinitamente profunda e inescrutable para los practicantes de los dos vehículos —los que escuchan la voz y los que toman conciencia de la causa [estos últimos, mencionados en el sutra con el nombre en sánscrito pratyekabuddhas]. Dicha sabiduría era de difícil acceso y comprensión, y superaba sus posibilidades de entendimiento. Los medios hábiles secretos y maravillosos —que se emplean en el Sutra del loto— revelan la profunda verdad de la iluminación del Buda desde el punto de vista del deseo y la intención de Shakyamuni.
¿Cuál es ese verdadero propósito enunciado en el capítulo «Medios hábiles»? Hacer que cada persona —se trate de un practicante de los dos vehículos, de un bodisatva o de alguien en cualquier otro estado de vida— acepte la verdad de que todos, de manera igualitaria y sin discriminación, poseemos la sabiduría del buda de manera intrínseca y somos bodisatvas en busca del Camino del buda. El deseo y gran propósito del Buda es enseñar el «vehículo único de la budeidad»,[4] la Ley que permite a todos alcanzar la budeidad.
En otras palabras, todos los seres de los nueve estados poseen intrínsecamente el estado de vida de la budeidad.
En la expresión «medios hábiles secretos y maravillosos», lo «secreto» es que solo el Buda conoce la verdad de que todos los seres son budas de manera inherente. Esa verdad permanece oculta para la gente común no iluminada. Pero cuando esas mismas personas aceptan las enseñanzas del Sutra del loto y creen en ellas, pueden revelar su propia budeidad innata. Y esto es, realmente, «maravilloso» o «místico» (en jap.: myo).
En el Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente, el Daishonin declara: «Ahora Nichiren y sus seguidores, que recitan Nam-myoho-renge-kyo, son observadores de los “medios hábiles secretos y maravillosos”, enseñanzas que pertenecen al cuerpo de la verdad». (Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente, págs. 21-22)
«Pertenecen al cuerpo de la verdad» significa que están comprendidas dentro de la iluminación del Buda y de la verdad con respecto a la cual este se iluminó. En este pasaje, el Daishonin explica que, al entonar Nam-myoho-renge-kyo, él y sus discípulos corporifican y practican los «medios hábiles secretos y maravillosos». Sus vidas y sus acciones son inseparables de la Ley Mística.
La grandeza del budismo Nichiren yace en que enseña un medio que permite a todos revelar su budeidad innata aquí y ahora, en su propio ser, basado en el principio de la iluminación universal revelada en el Sutra del loto. Desde el punto de vista de nuestra práctica, esto significa que las personas comunes podemos activar la sabiduría y la fuerza vital de nuestro estado de budeidad, sin falta, cuando creemos en el Gohonzon y entonamos Nam-myoho-renge-kyo por nuestra felicidad y por la de los demás. Este es el «medio hábil secreto y maravilloso» del budismo Nichiren.
A continuación, el Daishonin señala: «Por lo tanto, después del título del sutra, Myoho-renge-kyo, viene el capítulo que se titula “Medios hábiles”». Es decir, el título del capítulo, en sí mismo —«Myoho-renge-kyo Hoben-pon» o, literalmente, «Sutra del loto, capítulo “Medios hábiles”»— expresa los «medios hábiles secretos y maravillosos».
La parte de este capítulo que recitamos en el gongyo contiene el profundo principio que muestra que todos poseemos intrínsecamente el potencial de la budeidad. Sin embargo, cuando examinamos nuestra vida, nos surgen dudas y cuestionamientos. Pensamos cómo es posible que seamos budas, con todos nuestros problemas y aflicciones…
El señor Toda lo explicaba de una manera sencilla y accesible. Decía que, aunque somos personas comunes, lo cierto es que somos budas. La iluminación no es otra cosa que saber que intrínsecamente somos budas, aunque esto es una «maravilla secreta» que permanece oculta. Eso significan las palabras «secreto y maravilloso». Deliberadamente adoptamos la forma de individuos comunes, pero, mientras lidiamos con todo tipo de situaciones, transmitimos a otros esta verdad para que puedan activar su budeidad innata. Esto —decía el señor Toda— era el principio de los «medios hábiles secretos y maravillosos».
También declaraba que todos éramos Bodisatvas de la Tierra desde un punto de vista intrínseco y primordial. Y que cuando entendíamos esta verdad desde lo más profundo de nuestro ser, era que habíamos comprendido realmente el capítulo «Medios hábiles».
Su orientación apunta a la esencia de la fe. Cada día, como personas comunes enfrentamos problemas de toda índole, entonamos Nam-myoho-renge-kyo y participamos con entusiasmo en actividades por el kosen-rufu junto a nuestros camaradas. Todos estos son nobles esfuerzos que llevamos a cabo para cumplir nuestro juramento como Bodisatvas de la Tierra, para desplegar la naturaleza de buda en nuestra vida y en la vida ajena.
A la hora de explicar la cita de Palabras y frases[5] que dice «esto es idéntico a la verdad, que se mantiene secreta», Miao-lo[6]afirma en el tercer volumen de su Comentario sobre «Palabras y frases del “Sutra del loto”»: «La [enseñanza] perfecta se considera idéntica [a la verdad]». Y si «idéntico» denota la [enseñanza] perfecta, tiene que ser sinónimo del Sutra del loto. Lo idéntico ha de significar la verdad de que las personas comunes son idénticas al nivel más elevado del ser, el buda del verdadero aspecto de todos los fenómenos. Lo perfecto se refiere al principio de los tres mil aspectos contenidos en cada instante vital.[7] Aunque los términos «perfecto» e «idéntico» son distintos, ambos son sinónimos de «maravilloso» [myo]. ¡Qué prodigioso e inescrutable es que todos los seres vivos sean, en realidad, budas del verdadero aspecto de todos los fenómenos! Pero las personas que denigran la Ley, en este momento, no tienen conciencia de esta verdad. Por eso se la considera «secreta». (Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente, pág. 22)
Revelar el principio de que «las personas comunes son idénticas al nivel más elevado del ser»
En el pasaje siguiente, el Daishonin se basa en la observación del gran maestro Miao-lo —quien dice que «La [enseñanza] perfecta se considera idéntica [a la verdad]»— y razona, en primer lugar, que «si “idéntico” denota la [enseñanza] perfecta, entonces este tiene que ser sinónimo del Sutra del loto». La enseñanza perfecta —es decir, la verdad completa— es que los seres de los nueve estados son budas tal como son. Y esto solo aparece enunciado en el Sutra del loto.
Este principio —el «logro de la budeidad con la forma que uno posee»— revela que la budeidad es un potencial innato en la gente común; lo mismo expresa la enseñanza de que «las personas comunes son idénticas al nivel más elevado del ser». El Daishonin declara que todos podemos revelar el estado supremo de la budeidad en nuestra vida, a través de creer en la enseñanza perfecta del Sutra del loto, que proclama la «posesión mutua de los diez estados».[8] A eso se refiere cuando habla de «los budas del verdadero aspecto de todos los fenómenos». (Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente, pág. 22)
Estos no tienen que ver con los budas esplendorosos adornados de atributos sobrehumanos, que aparecían mencionados en otras escrituras.[9] Antes bien, cada uno de ellos es «el Buda que se ha despojado de los aspectos augustos» (Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente, pág. 141) y que, sencillamente, manifiesta la nobleza insuperable del Buda siendo un ser humano común.
«Lo perfecto se refiere al principio de los tres mil aspectos contenidos en cada instante vital»,declara el Daishonin. En otras palabras, la enseñanza perfecta que permite a todos manifestar la iluminación es el principio de los «tres mil aspectos contenidos en cada instante vital». Y que los seres sujetos a la ilusión puedan ser «budas del verdadero aspecto de todos los fenómenos» es algo «prodigioso» o «maravilloso» (myo), difícil de comprender, que no aparece enunciado en ninguna otra enseñanza más que en el Sutra del loto.
El budismo Nichiren enseña que «las personas comunes son idénticas al nivel más elevado del ser». Con ello, describe a los practicantes de la Ley Mística como protagonistas del kosen-rufu en el Último Día de la Ley.
Corporificar y practicar los «medios hábiles secretos y maravillosos» significa que las personas comunes vivimos nuestra existencia diaria como Bodisatvas de la Tierra. Por su parte, quienes denigran el Sutra del loto viven ignorando la verdad sobre su propia budeidad inherente. El contraste entre la gente común que ha tomado conciencia de esta verdad y «los que denigran la Ley» es el mismo que se muestra entre el bodisatva Jamás Despreciar[10] y las cuatro clases de creyentes que lo atacaban: monjes, monjas, laicos y laicas arrogantes.
Esta forma de concebir y entender que los protagonistas son las personas comunes es una declaración sorprendente y revolucionaria, no solo en la historia del budismo, sino también en la de las religiones y filosofías del mundo.
«¡Estoy orgulloso de ser un mortal común!»
El señor Toda creía absolutamente en que las personas comunes, poseedoras del potencial de la budeidad tal como son, merecen absoluto respeto.
Una vez, un periodista quiso provocarlo preguntándole si se consideraba un buda o un dios, y el señor Toda respondió tajantemente: «¡Estoy orgulloso de ser un mortal común!».
En su novela, Revolución humana, escrita con el seudónimo Myo Goku, mi maestro cuenta la forma en que habían conocido el budismo el protagonista, Kutsuo Gan, y otros residentes pobres de una casa de vecindad. Narra que, a partir de la práctica, habían podido transformar su vida familiar, mejorar su situación económica y revitalizar su vida, a medida que tomaban conciencia de su profunda misión y se dedicaban al kosen-rufu con energía y vigor.
Los que practicamos la fe en la Ley Mística hacemos brillar nuestra vida al máximo, a cada instante. Nos desafiamos incansablemente en nuestra revolución humana y vivimos con persistencia y tenacidad inquebrantables. Al triunfar sobre la adversidad, mientras convertimos el karma en misión, mostramos de manera visible cómo cada uno puede crear valor, fiel a su propia individualidad, según el principio de la floración de los «cerezos, ciruelos, melocotoneros y albaricoqueros».[11] Tal como somos, sin renegar nuestro lugar como personas comunes, recorremos el camino invencible de lograr la budeidad en esta existencia y llevamos a cabo los asuntos de nuestra vida con el mismo amor compasivo con que viven los budas. Esto, en sí mismo, demuestra que corporificamos y practicamos «los medios hábiles secretos y maravillosos» y que cada uno de nosotros es un «buda del verdadero aspecto de todos los fenómenos».
El Registro, asimismo, señala: Los tres mil aspectos del mundo del Dharma pueden denominarse secretos y maravillosos. Secreto significa «inexorable» [o sin una sola excepción]. Cada uno de los tres mil aspectos existe [en nuestra vida]. ¡No hay nada más inescrutable que esto! Hasta las personas que denigran gravemente la Ley llegarán, finalmente, a aceptar y practicar Myoho-renge-kyo, lo cual es el propósito del capítulo «Medios hábiles» del Sutra del loto.
Ahora que hemos entrado en el Último Día de la Ley, Nichiren y sus seguidores están llevando a cabo esta tarea correctamente. El propósito del capítulo «Medios hábiles» del Sutra del loto es tomar a las personas y las enseñanzas de los sutras predicados con anterioridad y conducirlas al conjunto de enseñanzas del Sutra del loto. A esto también se lo denomina lograr la budeidad con la forma que uno posee, o «coherencia del principio al fin», que es la coherencia de los diez factores. (Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente, pág. 22)
La inexorable ley de causa y efecto
A continuación, el Daishonin se refiere a la inexorable ley de causa y efecto.
«Los tres mil aspectos del mundo del Dharma [el mundo fenoménico] pueden denominarse secretos y maravillosos», lo cual significa que la Ley Mística está oculta en el estado de vida de todos los seres y de todos los fenómenos del universo. Al mismo tiempo, los estados de vida y los fenómenos se manifiestan de formas diversas, que expresan los tres mil aspectos de acuerdo con la ley de causa y efecto. No hay espacio para la menor falsedad o engaño. El verdadero aspecto de los «diez estados y tres mil aspectos» se revela con exactitud infalible, como si estuviera frente a un espejo inmaculado.
El Daishonin dice: «Secreto significa “inexorable” [o sin una sola excepción]. Cada uno de los tres mil aspectos [o estados] existe [en nuestra vida]». Muchos miembros han grabado estas palabras en su vida, tomándolas como la certeza de que nadie puede eludir las rigurosas consecuencias de esa ley de causa y efecto.
Las funciones de esta ley son inflexibles. Por lo tanto, el foco del budismo es la victoria. El bien y el mal finalmente se revelan tal como son. O, mejor dicho, debemos esforzarnos activamente, por medio de nuestra práctica budista, para cerciorarnos de que esto ocurra.
Los diez estados y los tres mil aspectos se manifiestan tal como son. «¡No hay nada más inescrutable que esto!», afirma el Daishonin. Todo se convierte en el registro indeleble de nuestra vida.
Los discípulos del Daishonin leen el capítulo «Medios hábiles» con su vida
Somos afortunados de practicar la Ley Mística, Myoho-renge-kyo. El hecho de que practiquemos es posible —dice el Daishonin— en virtud de nuestra «posesión mutua de los diez estados». Afirma que incluso los que en ese momento denigraban la Ley llegarían, finalmente, a «aceptar y practicar Myoho-renge-kyo, lo cual es el propósito del capítulo “Medios hábiles” del Sutra del loto» (Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente, pág. 22). En el Último Día, dice el Daishonin, él y sus discípulos son los que aceptan y practican la Ley Mística.
A continuación, analicemos las palabras «Tomar a las personas y las enseñanzas de los sutras predicados con anterioridady conducirlas al conjunto de enseñanzas del Sutra del loto». Esta frase puede leerse de dos maneras.
En primer lugar, desde la perspectiva del budismo Nichiren y como una enseñanza vitalizadora —es decir, que nos permite emplear positivamente todo lo que forma parte de nuestra existencia—, significa acoger y usar sabiamente incluso las enseñanzas previas al Sutra del loto y los otros sistemas filosóficos o de pensamiento.
En segundo lugar, se refiere a proclamar la grandeza de la Ley Mística en medio de nuestra contienda diaria en la vida real, mostrando de manera tangible lo que es poner en práctica la fe en la vida cotidiana y aplicar el budismo en la sociedad, con la convicción de que «todos los fenómenos que existen son manifestaciones de la Ley budista». (véase “The Unanimous Declaration by the Buddhas of the Three Existences” [La declaración unánime de los budas de las tres existencias], en The Writings of Nichiren Daishonin, vol. 2, pág. 841)
Los que nunca se rinden terminan triunfando
Hace setenta años (en 1953), escribí estos poemas para festejar el Año Nuevo:
¡Ha llegado el Año Nuevo…!
¡Que se abran las flores
a la par de nuestro esfuerzo valeroso!
En la primera alborada del año,
el sol del Año Nuevo
también se eleva en mi corazón.
Ese mes de enero, el día de mi vigesimoquinto cumpleaños, el señor Toda me nombró responsable del Primer Cuerpo de la División Juvenil Masculina. Desde ese lugar, trabajé a la vanguardia en todas nuestras iniciativas. Junto a los camaradas que avanzaban con el mismo espíritu que yo, hice repicar las campanas matinales de una nueva era de los jóvenes y del triunfo.
En esa época, la Soka Gakkai era criticada y atacada a menudo, a causa de prejuicios y de mala fe; teníamos muy pocos aliados. Entregado a una lucha intensa, escribí en mi diario: «La verdadera victoria es de aquellos que batallan hasta el final».
Cuando, armados de su fuerza y de su pasión incontenible, los jóvenes se levantan y se unen, sin falta se despejará el camino a la victoria y se escuchará en todas partes un canto resonante de triunfo espiritual. Es mi experiencia personal, y es el mensaje profundo que quiero transmitir a mis sucesores.
El sol siempre saldrá, por oscura que sea la época
Hoy, mis amados jóvenes Bodisatvas de la Tierra están haciendo gala de un tremendo desarrollo, mientras amplían sus filas en el Japón y en todo el mundo.
Practicamos el budismo del sol. Por oscura e incierta que sea la época, el sol sale todos los días y derrama su luz y su tibieza con generosa imparcialidad. De la misma manera, entonando Nam-myoho-renge-kyo, hagamos brillar nuestro corazón como el sol matinal de la felicidad y de la victoria, y alumbremos a todos a nuestro alrededor.
El Daishonin escribe: «Cuando el cielo se despeja, la tierra se ilumina. Del mismo modo, cuando uno conoce el Sutra del loto, comprende el significado de todas las cuestiones mundanas» (“El objeto de devoción para observar la vida”, en END, pág. 398). ¡Con esa convicción, armados de sabiduría y de un espíritu jovial, una vez más iluminemos el mundo propagando nuestro gran movimiento de valor, esperanza y bien supremo!
Living Buddhism
Noviembre de 2023
References
- Después del capítulo «Introducción», Shakyamuni concluye su meditación sentada, se pone de pie con solemnidad y comienza a exponer la Ley a Shariputra. Este acto de prédica, por propia iniciativa más que en respuesta a las preguntas de sus discípulos, indica que, a partir de ese momento, se revelarán profundas enseñanzas en las cuales el Buda expresará su propia voluntad. Shakyamuni comienza declarando que la sabiduría de los budas es infinitamente profunda y que no puede ser comprendida por los que escuchan la voz o los pratyekabuddhas (los que toman conciencia de la causa). Es la sabiduría que es «profunda e inmensurable» y que los budas han adquirido porque «se han esforzado con valentía y vigor» (El Sutra del loto, cap. 2, pág. 23). La verdad suprema de la iluminación comprendida y compartida solo entre budas es el verdadero aspecto de todos los fenómenos, que se expresa como los «diez factores de la vida» —a saber: «apariencia, naturaleza, entidad, poder, influencia, causa interna, relación, efecto latente, efecto manifiesto y su coherencia del principio y al fin» (El Sutra del loto, cap. 2, pág. 24). Lo que recitamos en el gongyo es la parte del capítulo «Medios hábiles» que llega hasta aquí. ↩︎
- Verdadero aspecto de todos los fenómenos: Verdad o realidad fundamental que permea todos los fenómenos y que es inseparable de ellos. El capítulo «Medios hábiles» define el verdadero aspecto de todos los fenómenos como los diez factores de la vida, desde la «apariencia» hasta la «coherencia del principio al fin», que describen el aspecto invariable de la vida común a todos los fenómenos. ↩︎
- T’ien-t’ai (538-597): También conocido como el gran maestro T’ien-t’ai o Chih-i. Fundador de la escuela T’ien-t’ai en la China. Su discípulo Chang’an (561-632) compiló las que se consideran las tres obras principales de T ien-t’ai: Gran concentración e introspección, Profundo significado del «Sutra del loto» y Palabras y frases del «Sutra del loto».Esta última es un comentario del Sutra del loto, palabra por palabra, desde la frase inicial —«Esto es lo que escuché»— (El Sutra del loto, cap. 1, pág. 3)hasta la proposición final —«[S]e inclinaron en señal de reverencia y partieron» (Ib., cap. 28, pág. 320). ↩︎
- Vehículo único del Buda: También, vehículo único de la budeidad. Enseñanza que solo aparece en el Sutra del loto, y que habilita a cualquier persona a lograr la iluminación. ↩︎
- Palabras y frases del «Sutra del loto», de T’ien-t’ai. ↩︎
- Miao-lo (711-782): También conocido como el gran maestro Ching-hsi, por su tierra natal. Patriarca de la escuela T’ien-t’ai de la China. Se lo considera, respetuosamente, el restaurador de esta escuela. Sus comentarios sobre las tres obras principales de T’ien-t’ai se titulan Comentario sobre «Profundo significado del “Sutra del loto”»; Comentario sobre «Palabras y frases del “Sutra del loto”» y Comentario sobre «Gran concentración e introspección». ↩︎
- Tres mil aspectos contenidos en cada instante vital (en jap.: ichinen-sanzen): Doctrina desarrollada por el gran maestro T’ien-t’ai de la China y basada en el Sutra del loto. Los «tres mil aspectos» indican los aspectos y fases variables que adopta la vida a cada momento. A cada instante, la vida manifiesta alguno de los diez estados, desde el infierno hasta la budeidad. Cada uno de estos diez estados posee en sí mismo el potencial de los diez, lo cual da un total de cien estados posibles. Cada uno de estos cien estados posee los diez factores y opera dentro de cada uno de los tres planos de la existencia, totalizando tres mil aspectos. En otras palabras, todos los fenómenos están contenidos en cada instante vital, y cada instante vital impregna los tres mil estados o aspectos de la existencia; es decir, la totalidad del mundo fenoménico. ↩︎
- Posesión mutua de los diez estados: Principio según el cual cada uno de los diez estados posee el potencial de los diez en sí mismo. «Posesión mutua» quiere decir que la vida no se encuentra fija en un estado específico, dentro de los diez estados, sino que puede manifestar cualquiera de ellos, desde el infierno hasta la budeidad, en cualquier momento dado. Lo importante de este principio es que todos los seres, en cualquiera de los nueve estados —desde el estado de infierno hasta el de bodisatva—, poseen la naturaleza de buda. Cada persona, entonces, tiene el potencial de manifestar la budeidad, mientras que un buda también posee los nueve estados y, en tal sentido, no es un ser separado o distinto de la gente común. ↩︎
- Budas esplendorosos: Referencia a los budas adornados de treinta y dos rasgos y ochenta características especiales. Se los describía de esa manera para inspirar a los seres humanos a adorarlos y venerarlos, como medio para guiarlos a la iluminación en algún momento futuro. ↩︎
- Jamás Despreciar es un bodisatva mencionado en el capítulo homónimo (20.o) del Sutra del loto. Dicho bodisatva, que en existencias posteriores sería el propio Shakyamuni, vivió a fines del Día Medio de la Ley de un buda llamado Rey del Sonido Imponente. Se inclinaba ante cada persona que tenía delante y decía: «Siento profundo respeto por vosotros. Jamás osaría trataros con desprecio o arrogancia. ¿Y por qué? Porque todos practicaréis el camino del bodisatva y entonces seréis capaces de conseguir la budeidad». (Véase El Sutra del loto, cap. 20, pág. 264.) Perseveró en su práctica de respetar a todos, aun cuando fue atacado física y verbalmente por monjes, monjas, laicos y laicas arrogantes. Elsutraexplica que esta práctica fue la causa que le permitió al bodisatva Jamás Despreciar lograr la budeidad. ↩︎
- El principio de la floración de los «cerezos, ciruelos, melocotoneros y albaricoqueros» se vale de esta analogía para expresa la diversidad de la vida, y destacar la individualidad y la misión única que posee cada ser. En el Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente, el Daishonin declara: «Cuando uno finalmente entiende y percibe que todas las cosas —el cerezo, el ciruelo, el melocotonero y el albaricoquero— en su propia entidad y sin tener que experimentar cambio alguno poseen los tres cuerpos eternamente dotados, a esto se refiere la palabra ryo, que denota “incluir” o “abarcar la totalidad”. Hoy, Nichiren y sus seguidores que entonan Nam-myoho-renge-kyo son los poseedores originales de estos tres cuerpos de los cuales están eternamente dotados». (Véase Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente, págs. 200-201.) En otras palabras, así como el cerezo, el ciruelo, el melocotonero y el albaricoquero florecen bellamente, cada uno en su propio momento del año, a través de la Ley Mística cada uno de nosotros puede revelar su propia budeidad intrínseca. ↩︎
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